Francia es, hoy en día, un mercado muy accesible para el exportador mexicano. Muestra de ello es el crecimiento de las exportaciones hacia aquel país, que pasaron de 719 millones de dólares en 2011, a 2,690 millones de dólares en 2016. Lo que significa un crecimiento aproximado del 274 por ciento en tan sólo cinco años.
Si usted es un exportador mexicano y desea aprovechar las bondades del mercado francés, en esta guía le mostraremos cómo comerciar sus productos con éxito en esa importante nación europea.
¿Por qué exportar a Francia desde México?
Francia es el quinto país más poblado de Europa con una población cercana a los 65 millones de habitantes, esto es prácticamente la mitad de la población mexicana pero con un ingreso per capita cinco veces superior.
El país galo es el octavo país más rico del mundo, y es precisamente esta combinación de elevada población y alto poder adquisitivo lo que hace de esa nación el destino ideal para las exportaciones, no solo mexicanas, sino de otros países del orbe.
Los principales socios comerciales de Francia son sus vecinos Alemania, Italia, Bélgica y España; pero China, Estados Unidos y Japón se encuentran también entre los diez primeros lugares como fuente de sus importaciones. Los productos mexicanos solo representan un 0.49% del total de las importaciones francesas, un porcentaje muy modesto comparado con el 8.7% de China o el 6.9% de los Estados Unidos.
No obstante, México tiene una ventaja competitiva ante las otras potencias exportadoras, nos referimos al Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea. Este acuerdo comercial vigente desde julio del año 2000 ofrece importantes beneficios arancelarios y de otra índole que todo emprendedor interesado en negociar con el viejo continente debe conocer.
Hemos expuesto algunas de las principales razones para exportar a Francia desde México, como son una población elevada con alto poder adquisitivo, un mercado que no ha sido debidamente explotado por las empresas exportadoras mexicanas, y un Tratado de Libre Comercio vigente desde hace 18 años.
Si estas razones le han convencido de dirigir sus actividades exportadoras hacia aquella hermosa nación del continente europeo, enhorabuena. Ahora pasemos a la parte práctica sobre cómo exportar a Francia desde México.
Envíos a Francia desde México
El proceso de exportación a Francia para los emprendedores mexicanos que desean colocar sus productos en aquel país no es sencillo, pero puede facilitarse notablemente con el apoyo y asesoría de un profesional especializado, más concretamente de un agente aduanal como Pack2Go.
El primer punto a mencionar es que la demanda de productos en la nación gala es muy variada, por lo que sea cual sea el producto que su empresa fabrica o distribuye es muy seguro que encontrará demanda dentro del mercado francés.
Actualmente, un alto porcentaje de las exportaciones mexicanas hacia aquel país se concentra en máquinas como teléfonos, computadoras o automóviles, así como instrumental médico y aparatos ortopédicos, sin dejar de lado al petróleo. Sin embargo, los productos alimenticios, artículos de origen animal, productos de papel, textiles y calzado, productos de madera, así como metales preciosos y no preciosos; son también objetos muy apreciados dentro del mercado francés y constituyen una oportunidad de negocios invaluable para los emprendedores mexicanos.
Requisitos para exportar y enviar productos a Francia desde México
Los requisitos que los emprendedores mexicanos deben satisfacer para colocar sus productos en Francia son los mismos que la Unión Europea establece para todos sus países miembros. Si su empresa ya trabaja actualmente con clientes o proveedores europeos no tendrá mayores problemas ya que las normas aplicables al comercio exterior con Francia serán prácticamente las mismas.
De no ser así, es importante tener en cuenta que existen diferencias notables entre México y la Unión Europea, especialmente en normas de calidad, registro y uso de marcas, así como otros trámites y requerimientos.
Documentos y Trámites para exportar a Francia
Los documentos para exportar a Francia no son distintos de los que se requieren para concretar una operación de comercio exterior hacia cualquier otro país.
Antes de concretar la operación usted debe enviar a su cliente en Francia una factura pro-forma traducida al francés que contenga la cantidad de productos a enviar y el precio a pagar por ellos, los medios de transporte, envases y embalajes, condiciones de venta y forma de pago. Su cliente necesita esta información para confirmarla, y para realizar otros trámites como la solicitud de una carta de crédito.
Al concretar la operación deberá enviar también una factura de carga y la factura comercial, así como un certificado de embarque emitido por el transportista, y una lista de embarque que contiene toda la información del contenido enviado.
Otro documento importantísimo es el certificado de origen, este documento emitido por la Secretaría de Economía prueba que el producto que se está enviando es realmente de origen mexicano. La importancia de este documento reside en que sin este no se pueden recibir los beneficios arancelarios que otorga el Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México.
Para facilitar el proceso recomendamos contar con la asistencia de un profesional especializado, más concretamente un agente aduanal, que entre otras cosas puede ayudarle a obtener toda la documentación y trámites oficiales necesarios para que su mercancía llegue rápidamente y sin problema alguno hasta las manos del comprador en Francia.
El agente aduanal es un profesional autorizado por la Secretaría de Hacienda para promover el despacho internacional de mercancías. Se encarga de manifestar el valor de las mercancías en aduana, calcular los impuestos que debes pagar, revisar que toda la documentación cumpla los requisitos aplicables, asesora en materia de logística y transporte, entre otras cosas.
En Pak2go estaremos encantados de poder brindarle los servicios propios de una agencia aduanal, garantizando su absoluta satisfacción para que sus productos conquisten el mercado francés con éxito.
Aranceles para exportar a Francia
Al amparo del TLC Unión Europea-México, los productos mexicanos están libres de impuestos a la importación en Francia. Esa es una gran ventaja que toda empresa mexicana debe aprovechar a su favor.JTNDJTIxLS0lMjAlMjAtLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tJTIwJTIwLS0lM0UlMEElM0MlMjEtLSUyMCUyME5PVEUlM0ElMjBQbGVhc2UlMjBhZGQlMjB0aGUlMjBmb2xsb3dpbmclMjAlM0NNRVRBJTNFJTIwZWxlbWVudCUyMHRvJTIweW91ciUyMHBhZ2UlMjAlM0NIRUFEJTNFLiUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMC0tJTNFJTBBJTNDJTIxLS0lMjAlMjBJZiUyMG5lY2Vzc2FyeSUyQyUyMHBsZWFzZSUyMG1vZGlmeSUyMHRoZSUyMGNoYXJzZXQlMjBwYXJhbWV0ZXIlMjB0byUyMHNwZWNpZnklMjB0aGUlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAtLSUzRSUwQSUzQyUyMS0tJTIwJTIwY2hhcmFjdGVyJTIwc2V0JTIwb2YlMjB5b3VyJTIwSFRNTCUyMHBhZ2UuJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwLS0lM0UlMEElM0MlMjEtLSUyMCUyMC0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0lMjAlMjAtLSUzRSUwQSUzQ2IlM0UlM0NoMyUzRVF1ZXJlbW9zJTIwZXNjdWNoYXJ0ZS4lM0MlMkZoMyUzRSUzQyUyRmIlM0UlMEFHcmFjaWFzJTIwcG9yJTIwdHUlMjBpbnRlciVDMyVBOXMlMjBlbiUyMGNvbnRhY3Rhcm5vcy4lMjAlM0NiciUzRSUwQUVzcGVyYW1vcyUyMGVzY3VjaGFyJTIwZGUlMjB0aSUyQyUyMGVzdGFtb3MlMjBhYmllcnRvcyUyMGElMjBwcmVndW50YXMlMkMlMjBjb21lbnRhcmlvcyUyQyUyMG8lMjBpZGVhcyUwQSUzQ2JyJTNFJTNDYnIlM0UlMEFHcmFjaWFzJTJDJTIwbm9zJTIwcG9uZHJlbW9zJTIwZW4lMjBjb250YWN0byUyMGElMjBsYSUyMGJyZXZlZGFkLiUwQSUzQ01FVEElMjBIVFRQLUVRVUlWJTNEJTIyQ29udGVudC10eXBlJTIyJTIwQ09OVEVOVCUzRCUyMnRleHQlMkZodG1sJTNCJTIwY2hhcnNldCUzRFVURi04JTIyJTNFJTBBJTBBJTNDJTIxLS0lMjAlMjAtLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tJTIwJTIwLS0lM0UlMEElM0MlMjEtLSUyMCUyME5PVEUlM0ElMjBQbGVhc2UlMjBhZGQlMjB0aGUlMjBmb2xsb3dpbmclMjAlM0NGT1JNJTNFJTIwZWxlbWVudCUyMHRvJTIweW91ciUyMHBhZ2UuJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwLS0lM0UlMEElM0MlMjEtLSUyMCUyMC0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0lMjAlMjAtLSUzRSUwQSUwQSUzQ2Zvcm0lMjBhY3Rpb24lM0QlMjJodHRwcyUzQSUyRiUyRndlYnRvLnNhbGVzZm9yY2UuY29tJTJGc2VydmxldCUyRnNlcnZsZXQuV2ViVG9MZWFkJTNGZW5jb2RpbmclM0RVVEYtOCUyMiUyMG1ldGhvZCUzRCUyMlBPU1QlMjIlMjBjbGFzcyUzRCUyMmZvcm1TYWxlcyUyMiUzRSUwQSUwQSUzQ2lucHV0JTIwdHlwZSUzRGhpZGRlbiUyMG5hbWUlM0QlMjJvaWQlMjIlMjB2YWx1ZSUzRCUyMjAwRDRUMDAwMDAwRHliWiUyMiUzRSUwQSUzQ2lucHV0JTIwdHlwZSUzRGhpZGRlbiUyMG5hbWUlM0QlMjJyZXRVUkwlMjIlMjB2YWx1ZSUzRCUyMmh0dHBzJTNBJTJGJTJGd3d3LnBhazJnby5jb20lMkZncmFjaWFzLnBocCUyMiUzRSUwQSUwQSUzQyUyMS0tJTIwJTIwLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLSUyMCUyMC0tJTNFJTBBJTNDJTIxLS0lMjAlMjBOT1RFJTNBJTIwVGhlc2UlMjBmaWVsZHMlMjBhcmUlMjBvcHRpb25hbCUyMGRlYnVnZ2luZyUyMGVsZW1lbnRzLiUyMFBsZWFzZSUyMHVuY29tbWVudCUyMCUyMCUyMCUyMC0tJTNFJTBBJTNDJTIxLS0lMjAlMjB0aGVzZSUyMGxpbmVzJTIwaWYlMjB5b3UlMjB3aXNoJTIwdG8lMjB0ZXN0JTIwaW4lMjBkZWJ1ZyUyMG1vZGUuJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwJTIwLS0lM0UlMEElM0MlMjEtLSUyMCUyMCUzQ2lucHV0JTIwdHlwZSUzRCUyMmhpZGRlbiUyMiUyMG5hbWUlM0QlMjJkZWJ1ZyUyMiUyMHZhbHVlJTNEMSUzRSUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMC0tJTNFJTBBJTNDJTIxLS0lMjAlMjAlM0NpbnB1dCUyMHR5cGUlM0QlMjJoaWRkZW4lMjIlMjBuYW1lJTNEJTIyZGVidWdFbWFpbCUyMiUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMCUyMC0tJTNFJTBBJTNDJTIxLS0lMjAlMjB2YWx1ZSUzRCUyMmFsaWNpYS5saWNlYSU0MHBhazJnby5jb20lMjIlM0UlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAtLSUzRSUwQSUzQyUyMS0tJTIwJTIwLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLSUyMCUyMC0tJTNFJTBBJTBBJTNDZGl2JTIwY2xhc3MlM0QlMjJjb2wtNiUyMiUzRSUzQ2xhYmVsJTIwZm9yJTNEJTIyZmlyc3RfbmFtZSUyMiUzRU5vbWJyZSUyMCUyQSUzQ2JyJTNFJTNDJTJGbGFiZWwlM0UlM0NpbnB1dCUyMCUyMGlkJTNEJTIyZmlyc3RfbmFtZSUyMiUyMG1heGxlbmd0aCUzRCUyMjQwJTIyJTIwbmFtZSUzRCUyMmZpcnN0X25hbWUlMjIlMjBzaXplJTNEJTIyMjAlMjIlMjB0eXBlJTNEJTIydGV4dCUyMiUyMHJlcXVpcmVkJTJGJTNFJTNDJTJGZGl2JTNFJTBBJTBBJTNDZGl2JTIwY2xhc3MlM0QlMjJjb2wtNiUyMiUzRSUzQ2xhYmVsJTIwZm9yJTNEJTIybGFzdF9uYW1lJTIyJTNFQXBlbGxpZG9zJTIwJTJBJTNDYnIlM0UlM0MlMkZsYWJlbCUzRSUzQ2lucHV0JTIwJTIwaWQlM0QlMjJsYXN0X25hbWUlMjIlMjBtYXhsZW5ndGglM0QlMjI4MCUyMiUyMG5hbWUlM0QlMjJsYXN0X25hbWUlMjIlMjBzaXplJTNEJTIyMjAlMjIlMjB0eXBlJTNEJTIydGV4dCUyMiUyMHJlcXVpcmVkJTJGJTNFJTNDJTJGZGl2JTNFJTBBJTBBJTNDZGl2JTIwY2xhc3MlM0QlMjJjb2wtNiUyMiUzRSUzQ2xhYmVsJTIwZm9yJTNEJTIyY29tcGFueSUyMiUzRUVtcHJlc2ElMjAlMkElM0NiciUzRSUzQyUyRmxhYmVsJTNFJTNDaW5wdXQlMjAlMjBpZCUzRCUyMmNvbXBhbnklMjIlMjBtYXhsZW5ndGglM0QlMjI0MCUyMiUyMG5hbWUlM0QlMjJjb21wYW55JTIyJTIwc2l6ZSUzRCUyMjIwJTIyJTIwdHlwZSUzRCUyMnRleHQlMjIlMjByZXF1aXJlZCUyRiUzRSUzQyUyRmRpdiUzRSUwQSUwQSUzQ2RpdiUyMGNsYXNzJTNEJTIyY29sLTYlMjIlM0UlM0NsYWJlbCUyMGZvciUzRCUyMmVtYWlsJTIyJTNFQ29ycmVvJTIwJTJBJTNDYnIlM0UlM0MlMkZsYWJlbCUzRSUzQ2lucHV0JTIwJTIwaWQlM0QlMjJlbWFpbCUyMiUyMG1heGxlbmd0aCUzRCUyMjgwJTIyJTIwbmFtZSUzRCUyMmVtYWlsJTIyJTIwc2l6ZSUzRCUyMj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